La lapicera

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martes, 23 de octubre de 2012

El tejo/Árbol sagrado













Leyendas Celtas – Asturias / Árboles sagrados el Texu y Roble




En la mitología asturiana destacan particularmente dos, el texu (tejo) y el carbayu (roble):

El Tejo (Texu) es árbol sagrado de los astures, por excelencia, el árbol sagrado de la mitología asturiana, pues representa el vínculo del pueblo asturiano con la tierra, con la religión antigua, con los antepasados. Además, es un árbol de gran sentido religioso, encontrándosele al lado de muchas ermitas y cementerios asturianos. Pero es también el árbol de la oscuridad, de la penumbra, de la muerte. Con veneno de tejo se suicidaban los guerreros astures antes de ser derrotados y caer en la esclavitud. Así, en la batalla del Monte Medulio los astures se dieron muerte con la espada, el fuego, y el veneno de tejo. El Tejo simboliza por tanto el paso al Otro Mundo y por ello hoy goza este árbol de gran importancia en las celebraciones del Día de Difuntos, donde se lleva a los difuntos una rama para que les guíe en su retorno al País de las Sombras. El vínculo entre el tejo y el mundo de los muertos es reconocido no sólo en Asturias, sino en otras tierras célticas del occidente europeo, como Bretaña o Irlanda, donde era costumbre plantar tejos en los cementerios en lugar de cipreses, y se creía que las raíces de dichos árboles alcanzaban la boca de los muertos enterrados en sus tumbas.
También entre los antiguos galos se constata la veneración de esta especie vegetal y así en el nordeste de la Galia se asentaba un pueblo, el de los Eburones, cuyo nombre significa precisamente “los adoradores del tejo”. Por otra parte, en las leyendas de Irlanda se narra la historia de Fer Í, el Hombre del Tejo, que ataviado con un harpa de cuerdas plateadas tenía la costumbre de sentarse en la rama de un tejo y tocar dulces melodías: Cierto día cuando los héroes Éogan y Lugaid atravesaban el río Maigue, en Connaught, oyeron una tierna música que procedía de un tejo junto a una cascada. En principio pensaron que la música era originada por la cascada, pero cuando se acercaron al lugar, cuál sería su sorpresa que descubrieron a Fer Í tocando su harpa desde lo alto del árbol. En el ciclo de Fionn mac Cumhail, líder de los Fianna, una banda de mercenarios irlandeses, se narra la estancia de dicho héroe en el Valle de los Tejos (Gleann Eo), lugar cargado de reminiscencias sobrenaturales en el que tuvo un encuentro con tres gigantes que resultaron ser tres fantasmas.
Hojas de roble (carbayu):Pero si el Tejo es en Asturias el símbolo de la espiritualidad, el Roble (Carbayu) lo es de la realeza, y así en las iglesias de Santa Eulalia y la Capilla de la Santa Cruz, donde estuvieron enterrados Pelayo y Favila respectivamente, nos encontramos con hojas de roble grabadas en piedra. Este árbol junto con el Tejo, eran verdaderos jueces de paz, guardianes de la justicia y la veracidad (en lugar de jurar sobre la Biblia se hacía bajo el Roble sagrado). No debemos olvidarnos tampoco del famoso Carbayón, símbolo de la ciudad de Oviedo, frente al cual ocurrían sucesos extraños, como el de una misteriosa mujer vestida de negro que venía del Campo, se agarraba al árbol y tras convulsionarse caía al suelo y desaparecía. Asimismo, en un pasaje de la obra de Plinio Historia Natural (XVI, XCV) se dice que “nada más hay más sagrado para los druidas que el muérdago y el el árbol sobre el que crece, el roble” y seguidamente describe el ritual de la recogida del muérdago, cuyas ramas eran cortadas con ayuda de hoces de oro por sacerdotes ataviados de vestidos blancos. Por su parte, Estrabón en su Geografía (XII, 5, 1) nos relata que los jefes de los gálatas se reunían anualmente en un lugar de Asia Menor denominado drunemeton, el santuario de los robles, para discutir sobre política.
El tema del bosque animado aparece también en la obra Macbeth, de William Shakespeare, que utilizó para escribir su pieza teatral un mito procedente del folclore escocés, e incluso en las obras de Tito Livio, en las que se relata la suerte del cónsul Postumio, que habiéndose internado en la Galia Cisalpina, fue derrotado y muerto en una emboscada por un grupo de galos que arrojaron troncos de árboles a las tropas romanas: Según la interpretación de Jan de Vries y Jean Markale dicha narración carece de rigor histórico y es una mera trasposición de ciertos mitos galos. En realidad, el bosque animado es un tema pancéltico del que existen versiones en las tradiciones de Bretaña y cómo no, en las de Asturias, pues Constantino Cabal recoge en su obra Mitología asturiana: los dioses de la vida, un cuentencillo en el que se relata el pavor de un hombre que habiéndose internado en el bosque ve de repente derrumbarse sobre sí y sobre su camino una multitud de árboles. Pasados los primeros momentos de angustia se da cuenta que todo lo sucedido no es más que una alucinación provocada por el Diañu Burllón.














http://irlandairlanda.wordpress.com/2008/05/25/leyendas-celtas-%E2%80%93-austurias-arboles-sagrados-el-texu-y-roble/

domingo, 7 de octubre de 2012

El jardín análogo





















Desde el camino del Tao
donde se perdió el Monte Análogo
hay un jardín que preside Buda
desde un rincón secreto.

El Tao es el camino
escondido detrás de una palabra:
Monumento
pintada sobre una piedra
que no significa nada.

El mundo vegetal crece -per se-
desmesuradamente...
Las palmeras bananeras 6 ó 7 metros,
la hiedra: 10,
los helechos: 1 metro y medio.
Los nenúfares -sin embargo-
permanecen en su justa medida,
bajo el perímetro de la libertad limitada
de un estanque escaso.

Allí los peces se cruzan
en una lucha por el Sol,
por parecer coral.
Pero, es un esfuerzo inútil:
Nada puede ser lo que no es.
Y tú ya lo sabes hace demasiado tiempo.
Mientras los demás miraban
sus juegos de luces,
sus fuegos consumidos,
sus egos abrazados.
Tú ya lo sabías
y me lo contaste.

Atrás y a la derecha
un majestuoso ceibo, respira.
Icono de un país,
donde sin armas
el combate inteligente de las letras
sacudió el suelo
del nefasto poder.














Y las flores del ceibo
que a veces caen por decenas
balancean el recuerdo de años,
meses de atajos
al dolor propio y ajeno.
Ciencia y conciencia,
amor y entusiasmo,
expresados en imaginarios
dólmenes de celtas, duendes
y cuentos galeses.
El viento arrasó la música
del baile vegetal
y casi todo sucumbió,
menos lo auténtico.

Más allá, las cuerdas
para ropa que no se lava, ni se tiende,
donde adivino colgado
el mono jardinero
de mis armonías.
El mameluco amarillo
que despejó tropiezos innecesarios
y se peleó
con diarios de noticias viejas.

Lo mejor y lo peor de ti
desperdigado por esos laberintos
que reuní en los sitios equidistantes
para apartarlos de tus mundos paralelos.
Paralelos donde me esperan
los equiláteros del tiempo
para poder volar
a tu verdadera tierra,
el cielo cósmico.


                                                                                                            

Liliana Coma
                                                                                                            
3/1/2012


jueves, 4 de octubre de 2012

Rembrandt/ Luz de Leiden


Época:
 Siglos XVI y XVII. Barroco
- Escuela holandesa. Costumbres e Historia


Ciudad de la Pintura.org 

También conocido como: "La compañía del Capitan Frans Bannig Cocq" 1642. Óleo sobre lienzo. 363 x 437 cm.
 Rijksmuseum. Amsterdam. Holanda.



Rembrandt

(Rembrandt Harmenszoon van Rijn; Leiden, Países Bajos, 1606 - Amsterdam, 1669) Pintor holandés. Nacido en el seno de una acomodada familia de molineros, Rembrandt recibió una esmerada educación y llegó a ingresar en la Universidad de Leiden, donde estudió un curso, ya que por entonces decidió dedicarse a la pintura. De los dos maestros que tuvo, uno en Leiden y otro en Amsterdam, fue este último el que más influyó en el artista y el que le transmitió las tendencias italianizantes en boga. De hecho, sus primeras creaciones (como la Lapidación de san Esteban) manifiestan una evidente influencia del estilo de Pieter Lastman.


En 1625, considerándose ya formado, abrió taller en Leiden junto con Jan Lievens (quien después siguió una trayectoria muy distinta), y no tardó en contar con una amplia clientela. Durante los años de Leiden, el arte de Rembrandt evolucionó desde unos inicios de colores brillantes y gestos grandilocuentes hacia una creciente afirmación del claroscuro. El sabio empleo que hizo el artista de esta nota tan típica del Barroco es lo que confiere a su obra una fuerza y una personalidad indiscutibles. Ya en época temprana, hacia 1630, el claroscuro se convierte en el más poderoso medio de expresión del pintor, tal como evidencian obras como Sansón traicionado por Dalila La presentación de Jesús en el templo.

En 1630, a raíz de la muerte de su padre, se trasladó a Amsterdam, donde se asoció con el marchante Hendrick van Uylenburgh, con cuya hija, Saskia, se casó. Comenzó entonces para él una etapa de prosperidad económica y de vida mundana, que se truncó repentinamente en 1642, año de la muerte de su esposa. Los reveses económicos se sucedieron, hasta que en 1656 se vio obligado a subastar todas sus pertenencias (casa, colecciones de arte, etc.). El consuelo le llegó de la mano de Hendrickje Stoffels, que entró a su servicio para hacerse cargo de su hijo Tito y con quien mantuvo una relación sentimental, sin llegar a casarse con ella para no perder la herencia de Saskia.

Las dos etapas, próspera y adversa, de la vida de Rembrandt se reflejan en sus obras, particularmente en los autorretratos, un género que el artista cultivó a lo largo de toda su carrera; mientras que los primeros son alegres, brillantes y un tanto superficiales, los de los últimos años tienen un carácter sombrío, sereno, y reflejan una profundidad muy superior. De los numerosos géneros que cultivó, el religioso y el retrato fueron los dos en que más brilló su talento de maestro del Barroco.
A Rembrandt se le recuerda, de hecho, sobre todo por sus magistrales retratos de grupo, absolutamente alejados de los convencionalismos al uso. La maestría compositiva, la perfecta caracterización de los personajes, el detallado estudio de los ademanes, la agudeza de los rostros, hacen de sus tres grandes creaciones de este género (La lección de anatomía del doctor TulpLa ronda de noche y Los síndicos del gremio de pañeros) unas obras llenas de vida y de genio.


En las creaciones de los últimos años (El hombre del yelmo de oroJacob bendice a los hijos de José o La novia judía), el pintor eleva todas sus conquistas al plano de la madurez, del estilo conseguido a base de años y de esfuerzo, y manifiesta un absoluto dominio de las técnicas y de los efectos.
Rembrandt fue también un gran dibujante y un grabador genial, que dejó cerca de 1.500 dibujos y alrededor de 400 grabados. Tanto los dibujos como los aguafuertes son obras plenamente barrocas, dominadas por la acción, el dramatismo y un realismo derivado de la observación del mundo circundante muy característico del arte de Flandes y de los Países Bajos. En todo ello se asemejan a las pinturas del artista, de las cuales se diferencian en la mayor importancia que en dibujos y grabados tiene la línea sobre el claroscuro.


 Los síndicos de los pañeros -1662 -



Filósofo meditando - 1632 -
Ciudad de la Pintura